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Directrices para Evaluaciones de Emergencia

De iMMAP-Colombia Wiki

Las Directrices para Evaluaciones de Emergencia son guías preparadas por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en 2005 para llevar a cabo evaluaciones de emergencias alrededor del mundo. En Colombia, sirven cómo una parte de la metodología de la Metodología de Evaluación Rápida de Necesidades Humanitarias.

Introducción

¿Por qué es necesaria una metodología de evaluación?

La evaluación es un elemento decisivo del proceso de planificación de programas, pues la información que en ella se obtiene forma la base para la toma de decisiones. Aunque la buena información no es garantía de un buen programa, la mala información sí es, casi siempre, sinónimo de un programa deficiente. Por otra parte, la utilización de una metodología estándar permite comparar los resultados de diferentes evaluaciones.

¿Quién va a utilizar estas Directrices?

Las presentes Directrices están diseñadas para su utilización por cualquier persona que realice una evaluación, como:

¿Cómo utilizar las Directrices?

Las presentes Directrices orientan respecto a cómo organizar las evaluaciones de emergencia. El orden de los capítulos corresponde aproximadamente al orden en el que se realizan las diferentes tareas durante una evaluación real: planificación, trabajo en el terreno, análisis y elaboración del informe. No obstante, una evaluación no es un proceso lineal, y gran parte de dichas tareas se realiza en paralelo.

Le recomendamos comenzar con la lectura del documento completo, a fin de entender su estructura y familiarizarse con el contenido. A la hora de utilizar las Directrices para dirigir una evaluación real, usted deberá ir avanzando y retrocediendo en el documento. Para facilitarle este proceso, hemos señalado el contenido de los apartados en el margen externo de las páginas. La Cruz Roja y la Media Luna Roja trabajan en emergencias de índole muy variada, lo cual implica que ninguna evaluación es igual. Las presentes Directrices no explican todas las actividades para todas las evaluaciones, pero sí proporcionan un marco a partir del cual organizar una evaluación. Es importante el procedimiento. A medida que usted avanza en las Directrices, podrá ir abarcando los principales aspectos esenciales para que la evaluación resulte exitosa. En función del tipo de emergencia de que se trate, algunas partes de las Directrices le resultarán más útiles que otras y usted deberá decidir cómo adaptar las ideas aquí presentadas a su situación particular. Los principios esenciales de una evaluación de emergencia son la curiosidad y rigurosidad, y las Directrices pretenden ayudarle a aplicarlos.

Conceptos Básicos

Toda evaluación se basa en el marco para la evaluación de la vulnerabilidad y la capacidad propuesto por la Federación, que sugiere analizar los problemas de las personas y la capacidad que poseen para abordarlos. De acuerdo con dicho marco, la intervención de la Cruz Roja/Media Luna Roja puede resultar apropiada cuando mediante dicha capacidad no se logra solucionar los problemas (véase el proceso correspondiente en la Figura 1).

Vulnerabilidad

“Las características de una persona o un grupo desde el punto de vista de su capacidad para predecir un peligro natural o antropogénico, hacerle frente, resistir a sus efectos y recuperarse de éstos.”<ref>Evaluación de la vulnerabilidad y la capacidad. Guía de la Federación Internacional. Federación Internacional, Ginebra, 1999.</ref>

  • Las personas siempre son vulnerables a algo (p. ej. un agricultor es vulnerable a la escasez de lluvia). No establezca hipótesis acerca de la vulnerabilidad a partir de experiencias adquiridas

en otro lugar.

Capacidad

“… los recursos de los particulares, las familias, las comunidades, las instituciones y los países para resistir el impacto de un peligro.”<ref>Idem</ref>

Estrategias para hacer frente a un problema

Formas en las que se aplican las capacidades.

El Ciclo de Evaluación

Las evaluaciones se agrupan en tres categorías: evaluaciones rápidas, evaluaciones detalladas y evaluaciones continuas.

Evaluación rápida

Se realiza después de producirse un cambio importante, como i.e., un terremoto o un desplazamiento repentino de refugiados, y proporciona información sobre las necesidades de los afectados, los posibles tipos de intervención y los recursos necesarios.

Normalmente, la evaluación rápida se realiza en una semana o menos tiempo. Le sigue una evaluación detallada.

Evaluación detallada

La evaluación detallada se realiza por cualquiera de las siguientes razones:

  • se ha realizado una evaluación rápida y se requiere información más detallada;
  • la Cruz Roja/Media Luna Roja piensa trabajar en una nueva zona y necesita información detallada sobre la cual basar sus decisiones;
  • la Cruz Roja/Media Luna Roja opina que la situación está cambiando poco a poco, y necesita más información (p. ej., en el caso de una sequía que se agudiza lentamente);
  • las evaluaciones detalladas se realizan en aproximadamente un mes, aunque pueden consumir más o menos tiempo en función de la extensión de la zona a evaluar, la complejidad de los problemas y los recursos disponibles.

Evaluación contínua

Después de efectuar una evaluación detallada, y si permanece trabajando en la zona, la Cruz Roja/Media Luna Roja realiza una evaluación continua para actualizar permanentemente la información.

La evaluación continua eficaz le ayudará a detectar los cambios rápidamente. Una vez detectado un cambio, podrá realizar una evaluación rápida o una evaluación detallada, utilizando la información de la evaluación continua como información secundaria.

Recopilación de información

En las evaluaciones se combinan la observación y las entrevistas semiestructuradas.

Nota — Cuestionarios

En las presentes Directrices no se han incluido cuestionarios, que no resultan demasiado útiles en las evaluaciones generales de emergencia. Las situaciones de emergencia se caracterizan por una gran incertidumbre, por lo que el proceso de evaluación debe ser flexible. Los cuestionarios, sin embargo, se basan en un conjunto determinado de preguntas formuladas antes de comenzar el trabajo en el terreno. Además:

  • la utilización de cuestionarios en el estudio de una situación compleja y delicada puede resultar en información engañosa;
  • para diseñar un buen cuestionario son necesarios conocimientos técnicos, experiencia y un buen entendimiento de la situación. Los cuestionarios permiten complementar la información obtenida

mediante entrevistas semiestructuradas y observación (particularmente en ámbitos técnicos como el del agua potable y el abastecimiento de agua). Deben estar diseñados por un especialista en la materia correspondiente, que entienda en profundidad la situación de emergencia concreta. Directrices para las evaluaciones de emergencia 13 Entrevistas/Cuestionarios Definición: “Una entrevista semiestructurada es aquella en la cual el entrevistador sabe exactamente qué información desea obtener, pero en la cual las preguntas no se plantean en un orden específico, ni siquiera directamente sobre la cuestión de interés. Las preguntas no siguen el esquema rígido de un cuestionario.”<ref>Cover pages and Introduction.pdf The Household Economy Approach: A resource manual for practitioners. Save the Children, Londres, Reino Unido, 2000.</ref>

Planificación de la Evaluación

  • ¿Es necesaria una evaluación?
  • ¿Cuáles son los objetivos de la evaluación?
  • ¿Qué tipo de evaluación es apropriado?

Responsabilidades en la evaluación

Se recomienda que a lo largo de un ciclo de evaluación sean responsables de todas las fases las mismas personas. Con ello se logra mejorar el entendimiento de la situación, minimizar la pérdida de información y mejorar la coherencia entre las diferentes fases de los programas. Las entidades más apropiadas para asumir las responsabilidades son las Sociedades Nacionales y las delegaciones en el terreno.

¿Es necesario realizar una evaluación?

La realización de una evaluación de emergencia puede decidirse por cualquiera de las siguientes razones:

  • se produce una situación de conmoción o un cambio repentino (p. ej. una erupción volcánica, una ofensiva militar, etc.);
  • se piensa que en el futuro puede plantearse una emergencia (p. ej. creciente inestabilidad política, sequía, etc.);
  • se necesita más información sobre una emergencia ya existente.

Por otra parte, son numerosos los motivos que pueden empujar a decidir que no conviene realizar una evaluación, entre otros:

  • es imposible acceder a la región afectada;
  • ya se dispone de información adecuada (p. ej. informes de otros organismos);
  • ya están realizando evaluaciones en la zona afectada muchos organismos y existe el riesgo de que la población se “fatigue”.

Fatiga de la población debida a evaluaciones frecuentes

Puede presentarse cuando una misma zona ha sido evaluada múltiples veces por diferentes organismos. Las personas están frustradas porque se les pide una y otra vez que respondan a las mismas preguntas, y frecuentemente no perciben resultados obvios. Finalmente pierden la paciencia en lo que se refiere a las “evaluaciones humanitarias”. En situaciones tales, es poco probable que una evaluación arroje información útil.